Mi humilde petición

Sería de agradecer que cada cual deje sus comentarios en la entrada que crea oportuna...tanto los buenos como los no tan buenos. Así puedo hacerme una idea de cómo mejorar y en qué aspectos :)

domingo, 9 de enero de 2011

Y qué más da.

Veo tu vida salir por tus ojos, con mis manos bañadas en tu sangre y mis labios llorando tus lágrimas.
Y lloro.
Lloro mientras escucho mi risa explotar en mis pulmones y salir a bocanadas a través de las lágrimas de tus ojos, a través de mi boca abierta de par en par. A carcajada limpia.
Contemplo los últimos vestigios de tu atormentada alma abandonar tu torturado cuerpo; siento el fino suspiro de tu aliento, delicado cual amor, frágil sentimiento, traspasando el umbral de tus agrietados labios.
Saboreo la calidez de tus lágrimas derramadas por las comisuras de mi boca, deslizándose lentamente por mi barbilla, recogidas otras por la punta de mi lengua. Amargas, dulces, no las distingo, como aquellas palabras que murieron en tus labios justo antes de tu propia muerte, las que yo te suspiré, las que me gritaste y yo nunca creí…tus lágrimas son como aquellos “te quiero” que nunca existieron, que ya nunca volverán.
Y qué más da.
Ya acabé contigo. Tus ojos ya no ven; tus labios ya expiraron su último suspiro y tu sangre ya dejó de deslizarse por tus heridas, aquellas que yo abrí, las que tú mismo te causaste al morir. No volverá a manchar mis manos, ni tus lágrimas mis labios…mas mi risa eterna, macabra, infinita por siempre perdurará en los resquicios más mundanos de tu reseca piel, desgarrando el silencio…mi risa desesperada, chillona y alocada que en compañía de la soledad asolará los maltrechos trozos de tu mutilado cuerpo, cada recoveco de lo que un día fue tu pensamiento, tu forma de sentir y razonar.
Mi risa, que permanece en el mismo sitio donde tu cuerpo cayó, donde yo lo maté y su muerte observé…aún cuando ya no eres más que polvo, aún cuando el viento ya barrió lo que de ti quedó…aún cuando tu recuerdo murió contigo y no queda de ti ni siquiera el olvido, ahí permanece mi macabra risa, riéndose de ti mientras mis ojos lloran.
Y lloro.
Mis ojos lloran por todo l o que nunca fue, por la nada que nunca existió, y derraman lágrimas que aún no han nacido y nunca habrán de caer.
Lágrimas que resbalan por mis mejillas y alcanzan las comisuras de mis labios, encontrándose por primera vez con las tuyas, deslizándose por mi barbilla, siendo otras recogidas por la punta de mi lengua. Amargas, dulces, no las distingo, como aquellas palabras muertas en tus labios, las que yo nunca grité, las que tú no suspiraste y yo me creí…como aquellos “te quiero” que nunca existieron, que ya nunca volverán.
Y qué más da…
Y qué más da.


No me siento mal, no estoy enfadada y no lo escribí por nada especial...es más, tuve que pararme a pensar cada palabra que escribía porque no me salía nada....¿Por qué tan macabro, entonces? Pues no lo sé...creo que pensaba en Navy cuando se me ocurrió el primer párrafo y quise seguir por ese camino. Al principio quise escribirlo- acabarlo- como si hubiese sido una pesadilla, pero creo que queda mejor así.

1 comentario:

  1. me gusta mucho, es genial... inspirado en Navy...jejeje que sumamente macabro, que desolador, que.....ME HE QUEDADO SIN ADJETIVOS!!!... jolin

    ResponderEliminar