Mi humilde petición

Sería de agradecer que cada cual deje sus comentarios en la entrada que crea oportuna...tanto los buenos como los no tan buenos. Así puedo hacerme una idea de cómo mejorar y en qué aspectos :)

martes, 31 de mayo de 2011

Un sueño sin cumplir

Hace años, muchos años…casi dos décadas, hubo una cría que apenas levantaba dos palmos del suelo, pero que ya tenía claro lo que quería hacer con su vida: escribir, plasmar su imaginación en páginas en blanco para que otros pudiesen leerla, sumergirse en ella y disfrutar como ella disfrutaba con la imaginación de otros. Como es obvio, ella, a su corta edad, no podía saber expresar esto tal y como está siendo expresado ahora, no podía saber lo que es la imaginación o que los mejores libros salen de ella…aparte, que los libros que había leído hasta ese entonces no pasaban de las 20 páginas con letras muy grandes y muchos dibujitos. Sí, le gustaban los dibujitos, aunque ahora piense que sólo te ahorran el esfuerzo de imaginar por ti mismo.
Tal era su pasión por los libros a tan temprana edad, que aún recuerda, y seguirá recordando por mucho tiempo, cuál fue el primer libro que leyó, el detonante de esa pasión, el interruptor que encendió la necesidad de seguir leyendo, y el sueño de aprender a escribir para que otros niños como ella pudiesen disfrutar de semejante placer. “María sonrisa de perlas”, se llamaba.
Luego hubo más…muchos más. Libros cada vez más grandes y  mejores, con la letra cada vez más pequeña y menos dibujos. Libros que  permitían crecer su imaginación, libros que creaban auténticas películas en su cabeza, de las que ella era la protagonista, o no, pero que siempre vivía con enorme intensidad, como si estuviese dentro, como si fuese el viento en cada escena, el aire que respiran los personajes, cada brizna de hierba que pisan, cada palabra que dicen o movimiento que hacen.
Hubo libros que la hicieron reír, llorar…y hasta llorar mientras reía. Los hubo entretenidos, aburridos, de amor y, sobre todo, de aventuras. Algunos los pudo leer en horas, para otros necesitó días y para todos deseó una segunda parte, pues era imprescindible que la historia siguiese, pues los personajes seguían vivos. Y los hubo (sin duda alguna, los mejores), que la transportaron fuera de su propio cuerpo, que la hicieron olvidarse de que vivía, que tapaban su hambre, borraban su sueño y cegaban el dolor de cabeza de las horas y horas (incluso días y días) que pasaba pegada a las páginas, millones de palabras, sin apenas dormir. Y el placer que producía la sensación de volver a su cárcel de huesos y carne tras un largo viaje del que habría preferido no regresar jamás, el escalofrío al ser consciente de su propio cuerpo una vez más, notar las lágrimas que fueron derramadas a lo largo de sus mejillas cuando nadie habitaba su cuerpo, y esa sonrisa que  no recordaba haber dibujado en su rostro. Esa sensación de no necesitar nada más.
Y eso mismo es todo lo que ella siempre quiso escribir, todo lo que soñó con publicar, todo lo que deseó hacer sentir a otros niños como ella. Una historia nacida de la nada, un sueño de millones de personas despiertas…el deseo de encerrar tropecientos sentimientos diferentes en una cárcel de papel y tinta, tan largo como su vida misma lo permitiese, pero tan corto como una noche pegado a sus palabras sin final.
Nunca lo hizo. Le faltó… ¿imaginación? Sí; ¿valor? Tal vez… ¿tiempo? Ni una pizca. Eso nunca fue excusa, por mucho que ella se empeñase.
¿Y ahora? Ahora pretende retomar su sueño. ¿Justo ahora? No, por supuesto que no, ahora verdaderamente anda muy escasita de tiempo. ¿Mañana, quizás? Imposible… ¿en unos días, semanas o meses? Lo dudo, pues aún le faltan valor e imaginación. ¿Cuándo, pues? Cuando se sienta preparada, no antes….tampoco después, sino justo en el momento.
¿Mientras? Sólo tiene clara una cosa, algo que nunca dudó, lo que la anima a seguir, poco a poco, cada día, sin perder la esperanza de que, quizás no hoy, quizás no mañana, en algún momento tendrá narices suficientes para coger boli y papel y dar rienda suelta a su imaginación, sin fronteras, sin restricciones y sin temor a que pueda gustar o no, sabiendo sólo que es eso lo que ella quería hacer y sin importarle lo que otros pudieren pensar después.
Lee, y aprenderás a escribir. Escribe, y aprenderás a soñar.
El lugar más idílico conocido se encuentra dentro de ti; se llama “imaginación”.


"Este escrito merece una especial dedicatoria:
  • A mis papás, por enseñarme a leer y despertar en mí las pasiones que hoy me guían. Y por ayudarme a crecer.
  • A mi hermana, por incitarme a escribir cuando ve que llevo demasiado tiempo sin pasar por aquí.
  • A mi hermano, que no lee nada de lo que escribo, pero que me soporta día sí, y al siguiente también...tanto a mí como a mis caprichos.
  • A mis amigos, que me guían en el día a día y que a veces son la razón, directa o indirecta, de que escriba.
  • Y, por supuesto, a todos los que se pasan con cierta asiduidad  por este blog, leen lo que escribo y comentan lo que les ha parecido. Este punto va, en concreto, por un amigo que me pregunta prácticamente a diario si he actualizado, que se pasa por aquí en cuanto se entera de que he escrito algo nuevo y  que, como mi hermana, me pide nuevos escritos cuando no tengo ni tiempo ni...¿razones? para escribir.
A todos vosotros, Gracias ^^"

martes, 17 de mayo de 2011

La vida

Corta como ella sola, la vida es como un suspiro, el tic-tac de un reloj, el parpadeo en una mirada llena de sonrisas y lágrimas. Un día acabas de nacer, al siguiente eres viejo y arrugado…en el primer caso todos quieren tenerte entre sus brazos, en el segundo se deshacen de ti, te olvidan y te conviertes en poco más que un estorbo al que nadie echa de menos pero al que todos lloran cuando la muerte se hace tu dueña.
Corta como ella sola, la vida es como la llama de una vela, como la luz de una estrella: un día luce mucho, al siguiente se ha apagado. Valiente en momentos de debilidad, parpadeante ante suaves brisas, eterna, infinita, como cada segundo, fugaz, nimia, como la misma eternidad de los miles de años que dura un suspiro. Invencible como ninguna, la vida acaba cuando menos te lo esperas.
Corta como ella sola, la vida es como un mar azotado por una ventisca, lleno de olas que suben y bajan, que se estrellan contra las rocas duras y afiladas desgarrándote hasta el alma, o acariciando la fina arena templada al sol. Es un continuo vaivén de personas, conocidos y caras nuevas que llegan, dicen hola y se van. Es un recuerdo en la mente de nadie, imágenes descontroladas, perdidas, olvidadas por alguien que una vez fue y nunca más será.
Corta como ella sola, la vida es un sueño que no se cumple, por el que luchas, o no, y al final desaparece, sea realidad o delirio. Desaparece contigo.
Corta como ella sola, la vida es un continuo esfuerzo por la vida misma, una lucha inacabable, una guerra sin final, sin vencedores ni vencidos, sólo un cuerpo más que carne es y en polvo se convertirá.
Corta como ella sola, la vida es una sonrisa, una lágrima caída que se partió como el cristal.
Yo tengo un sueño que cumplir, y una sola vida por delante para conseguirlo. Será difícil, sí, pero no imposible…sólo hay que luchar por él. Luego será sólo olvido en una mente que es, que habrá sido y que nunca más será.

Palabras

Las hay que nombran, que describen, que exageran, que numeran, que relatan o que despiertan en ti mil sentimientos…de tristeza, de ilusión, de alegría, risas, miedos, indiferencia, e incluso estrés.
Las hay que te dan la vida, que te la quitan poco a poco, o de un tirón, depende. También hay algunas que van creando pequeños escalones que has de superar, y otras que tiran de ti para ahorrarte cualquier impedimento, evitarte cualquier obstáculo que pueda surgir.
Algunas te hunden, otras te salvan. Unas te hacen soñar y volar sin cadenas; otras, tiran de ti y te aplastan con la cruda realidad.
Las hay que te persiguen, otras huyen de ti. Algunas las conoces, otras las necesitas y las hay, incluso, útiles para nada, pero que las usas por usar.
Y, a veces, te las inventas porque sí.
Unas son muy parecidas entre sí, pero con significados muy diferentes. Otras son completamente diferentes pero de igual significado. Algunas hasta cambian su intención, dependiendo del contexto.
Hay palabras que, dependiendo del momento y el lugar, lo significan todo, o no significan nada. Bien dichas te hacen sonreír, te sonrojan o te reconfortan. Dichas al azar, por decir, sin sentir, pierden su significado, quedan vacías, huecas, y se llevan de ti aquello que debería existir y no existe.
Pueden serlo todo, pueden no ser nada…sólo úsalas bien o se perderán al buscarlas.

sábado, 7 de mayo de 2011

Vive

Sueñan por ti tus sueños, hablan por ti tus palabras y besan por ti tus besos. Deja de pensar y empieza a vivir.

Ser tú

Volver a sentir el subidón de adrenalina
cuando ya creías muerto tu cuerpo;
notar cómo se te eriza la piel
tras años de sentimientos yermos…
y ese retortijón en las tripas
que te producían los nervios.
Una vez más vuelve todo a surgir
en una explosión de emociones olvidadas,
un renacer de sentimientos reprimidos
en cajones muy oscuros que costaban de abrir.
Recuerdas la libertad que te aporta,
el bienestar que se genera dentro de ti,
el calor en tus mejillas
y no saber cómo actuar, qué decir.
La libertad de sólo actuar
sin cadenas que te aten,
poder hablar sin pensar,
sin temer que te rechacen.
Vuelves a dejar que inunde tu cuerpo,
que ciegue tu mente y se apodere de ti.
Dejas que maneje tus movimientos,
le cedes el control de tu boca
y le dejas elegir qué hacer, qué decir.
Es tu vida, es tu droga,
y dejas que te llene, que te bañe,
que te cure y te haga sufrir.
La necesitas, te aferras a ella y piensas
que no volverás a dejarla huir.
No lo hagas, no lo pienses,
son tus sueños los que sueñan por ti.
Agárrala, no la sueltes,
es el sustento que te permite vivir.
Hablo de ser tú mismo,
de soñar, gritar y reír.
Hablo de cumplir tus sueños,
de volar, hundirte y resurgir.