El hada
que vuela a la luna
busca el
amor
y encuentra
locura.
Le canta
con dulzor,
la llama
con ternura;
la busca
por su luz,
la adora
por ser oscura.
Llora,
llora la luna,
llora por
estar sola,
por vivir
en las alturas...
y el
hada que la adora
llora y
llora por su luna,
porque la
ama, porque la añora
y por
ella pierde la cordura.
Una Dumby!
ResponderEliminarEs precioso, cariño.
ResponderEliminarY piensa, que al menos, la Luna desde sus alturas puede observar a la pequeña hada y guiarla en su camino con su luz.
La pequeña hada, por su parte, podría cantar cada noche, y hacer que su canto llegase hasta la Luna alegrándole cada noche.
Ambas podrían hacerse la compañía que tanto desean.