Mi humilde petición

Sería de agradecer que cada cual deje sus comentarios en la entrada que crea oportuna...tanto los buenos como los no tan buenos. Así puedo hacerme una idea de cómo mejorar y en qué aspectos :)

lunes, 18 de abril de 2011

Duele

A veces, sólo a veces, duele de verdad. A veces, sólo a veces, es mejor no pensar. Hoy es una de esas veces; una de las veces en que algo que siempre te ha dolido te duele un poco más.
Te preguntas a qué se debe que ahora sea más intenso, y no tienes que darle muchas vueltas a la respuesta para descubrirlo: lo habías superado un poco. Un poco, sí, sólo un poco, pero te había subido el ánimo, había menguado ligeramente el dolor e incluso llegaste a pensar que podría desaparecer, que todo podía encaminarse hacia un viejo sentimiento ya casi olvidado. Lo habías superado un poco y ha llegado alguien- un alguien a quien quieres mucho- y ha hecho un comentario en broma (sí, en broma) pero que te ha hundido, que te ha hecho recordar porqué estabas así, que te ha golpeado como si de una maza se tratase devolviéndote a la realidad.
¿Y por qué debería haber cambiado? Es absurdo y, sin embargo, no pudiste evitar pensar que podía haber sido diferente por una vez…sólo esa vez, que no lo habías soñado, que no fue imaginación tuya, que lo dejaste ir por miedo, no porque no existiese.
Y ahora vuelves a tener claro que es imposible que hubiese pasado nada de lo que tu mente te informó y te sientes estúpido por haberlo creído posible durante las pocas horas que duró la ilusión. Por eso ahora duele de verdad; por eso esta es una de esas veces en que es mejor no pensar.
¿Y ahora qué? Ahora estás más convencido que nunca de que tenías razón, de que cuando la gente intenta animarte a que pienses diferente, es sólo por eso, por animarte, no porque estés equivocado. Ahora sabes con absoluta certeza que nunca saldrás del bucle infinito en el que estás metido porque es absurdo pensar nada que no esté dentro de ese bucle, que sería irreal, ficticio y doloroso, pues la cruda realidad volvería a tirar de ti, atándote a un abismo de inexistente tranquilidad y armonía contigo mismo.
Duele, sí. Duele mucho, duele más de lo que te crees capaz de soportar, duele hasta que te quieres arrancar la piel y dejar de respirar. Duele y quieres acabar, no quieres seguir más. Duele, pero no quieres salir de ese dolor, pues sabes que tarde o temprano habrás de regresar y, aunque no seas capaz de imaginarlo, sabes que dolerá aún un poco más.
Por ello te doblegas ante el dolor, dejas que te inunde y que se haga dueño de ti. Te esclavizas a él, haces de él tu vida y no dejas que se aleje de ti, pues te hace daño, pero te protege de sufrir aún un poco más. Quieres huir de él, pero no quieres que se vaya.
Entonces se te ocurre que puedes hacer una cosa, algo que mitigará el dolor sin dejar que se vaya, algo que calmará sus síntomas sin dejar que desaparezcan, algo que te hará olvidar hasta que el dolor vuelva. Y, sin pensarlo más, abres el ordenador, cliqueas en el Word y comienzas a teclear tan rápido como tus dedos te lo permitan, escribiendo lo que ellos mismos te dictan sin prestar atención a las palabras que aparecen en pantalla.
¿Y el papel y el boli? No me he olvidado de ellos: sé que me están esperando encima de la mesita de mi cuarto, junto a mis posesiones más preciadas, deseando que reescriba lo ya escrito, afianzando cada palabra para que nada ni nadie pueda borrarlas nunca, pues lo que escribo con tinta sobre el papel, quedará grabado a sangre sobre mi piel.

5 comentarios:

  1. es un poco triste, pero muy bonito... yo cuando me hago ilusiones que luego me doy cuenta de que eran falsas también necesito escribir, es lo mejor para desahogarte.

    ResponderEliminar
  2. Si, esos aveces. que te dejan estraño o simplemente aturdido. Me gusto la entrada :)
    No debemos cambiar nuestro gusto/personalidad por esas personas que no tienen vida y que solo critican.
    Y para que está el blgo si no ? para desahogarnos!
    Saludos!

    ResponderEliminar
  3. Sí, el teclear desenfrenadamente, dejando a las musas verter cada sentimiento, cada instante, cada idea sobre la página en blanco nos ayuda a vaciarnos de ese dolor.

    Sin embargo, la vida se encarga de rellenar el tarro de nuevo... u.u

    Me encanta tu blog, un besazo!
    Pablito, el cazador de estrellas.

    ResponderEliminar
  4. "Te esclavizas a él, haces de él tu vida y no dejas que se aleje de ti, pues te hace daño, pero te protege de sufrir aún un poco más"
    Qué cierto, buena entrada. Hay situaciones, y especialmente personas, que dejamos atrás y desaparecen, pero de vez en cuando vuelven a ti, y duele recordar...Entonces te preguntas qué salió mal, si podía haber sido distinto...En fin, tu frase lo resume perfectamente. Hay que ser optimistas, esas situaciones nos ayudan a crecer y madurar :)

    ResponderEliminar
  5. de verdad, que duros son esos dias en los que todo duele un poco mas, como dices...
    precioso "Duele", precioso....

    ResponderEliminar