El corazón que no miente,
muere
ahogado en la soledad,
y cuando más solo se siente
puede
que haga cosas sin pensar.
Es el corazón alocado
el que vence en esta guerra,
el que late y late desbocado
en busca de otro que lo quiera.
Es el corazón que desespera,
el que pronto pierde la paciencia
el que en vez de buscar, sueña
y, al final, solo se queda.
El mío ha vencido
a pesar de no luchar,
y con un grito de triunfo
abandonó la soledad...
mas el sentimiento de estar solo
es aún difícil de olvidar,
y cuando más sólo se siente
le entran ganas de llorar.
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