No soy tan débil como parezco,
puedo ser fuerte si es necesario:
aunque parezca una mierdecilla
que vuela con un soplo de viento,
aunque me derribe una gota de agua,
si he de aguantar una ventisca
la aguantaré...
Con toda la calma del mundo,
sin cambiar la expresión de mi cara.
Y si la ventisca amenaza con derribarme
me ataré al tronco de un árbol
"inderribable",
y allí esperaré,
esperaré el tiempo que haga falta...
hasta que pase el vendaval,
sin soltar ni una lágrima...
Y luego,
cuando todo haya cesado,
me separaré de mi árbol
y me echaré a llorar.
¡¡Mas no antes!!
No antes.
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