Soy, de todas,
el alma triste que no deja oír su llanto,
la que por miedo a morir
nunca aprendió a vivir,
la que ríe cuando por dentro está sangrando.
Soy, de todas,
el alma triste y dolorida,
la que por no preocupar a la gente
sonríe y se traga lo que siente,
y no hará que cure su herida.
Soy, de todas,
el alma perdida en el olvido,
la que llora cuando está sola,
de la que nadie se enamora,
la que imagina lo no vivido.
Soy, de todas,
el alma que se perdió en el camino,
la que no supo volver,
la que nadie quiso ver
y, de pena, murió en el olvido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario