En la eternidad de un mundo infinito
la soledad me aborda cual pirata,
y dentro de mí mi alma, ser divino,
en la mar de la pena muere ahogada.
Arribad las velas de este barco fantasma,
bote que nunca tuvo un capitán
y por años solitario navegaba
sin rumbo, sin destino, en soledad.
Atrapado está entre las rocas
cubiertas por la mar,
y se tiran por la borda
tripulantes sin capitán.
En busca de la esperanza iban
mas murieron sin piedad...
se agarraban a las tablas de la quilla,
mas cayeron a la mar...
No hay comentarios:
Publicar un comentario